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¿Sabías que… las bebidas energéticas son enemigas de los dientes?

Hasta ahora se sabía que el elevado contenido en azúcar de refrescos y bebidas energéticas podía resultar perjudicial para el corazón. Nuevas evidencias advierten ahora además de los riesgos de estas bebidas para nuestra dentadura. 

Un experimento llevado a cabo por científicos de la universidad de Southern Illinois (EEUU), ha demostrado que los compuestos ácidos que contienen las bebidas energéticas son capaces de causar daños irreversibles en el esmalte de los dientes, cuya debilidad puede acabar causando sensibilidad al frío o al calor, caries o incluso pérdidas dentales. 

En el ensayo de Jain, el esmalte dental sufrió un importante deterioro tras el contacto con el ácido que contienen los refrescos energizantes, cuyos daños fueron dos veces superiores a los causados por las bebidas para deportistas.

Por eso, Bone recomienda limitar la ingesta de estas bebidas o aclararse la boca con agua y masticar chicle sin azúcar después de beberlas (puesto que estos gestos aumentan la producción de saliva que ayuda a recuperar los niveles de acidez normales de la boca). Y, sobre todo, «esperar al menos una hora para cepillarse los dientes después de beberlas, para evitar que el cepillado aumente la acción erosiva del ácido por toda la dentadura”.